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Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales

Sede Bogotá

Nota periodística evento 4 abril

Con total éxito se llevó acabo la conferencia ¿Hacia una nueva Geografía de la Explotación?, “Propuestas para una fenomenología crítica del trabajo”

 

La oficina de Doctorado en Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia, realizó en el auditorio Camilo Torres de la Facultad, la conferencia titulada ¿Hacia una nueva Geografía de la Explotación?, “Propuestas para una fenomenología crítica del trabajo”. En esta los profesores Matthieu de Nanteuil, de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica; y Andrés Felipe Mora, de Universidad Nacional de Colombia, abordaron la temática no solo desde lo físico, en referencia a lo geográfico, sino también a lo conceptual, en las nuevas formas de explotación y cómo esto ha transformado el entorno.

La conferencia arrancó desde una definición "clásica" de explotación (la no remuneración del exceso de trabajo y la experiencia de la indignidad social) complementada con un enfoque que enfatiza las estructuras de dominación, donde los profesores Matthieu de Nanteuil y Andrés Felipe Mora, propusieron una reflexión sobre una nueva geografía de la explotación; ya que se tiene una mirada desde la periferia en la relación entre países “tercermundistas” y países desarrollados, donde existe una frontera claramente demarcada, aunque se evidencia cómo esa línea de  formas de explotación y despojo se ha venido disipando con fenómenos que ocurren en todas las sociedades. 

Los investigadores indicaron que no se trata solamente de resaltar que la explotación tiene consecuencias sobre la organización del espacio (D. Harvey), sino de mostrar que ésta ha variado en el espacio, según los contextos que en sus investigaciones han observado desde una explotación clásica: donde la explotación es vista como un robo y conocida como injusticia social, pasando a una explotación analítica: basa en unos  algoritmos a través de los cuales se ve la explotación como un desequilibrio entre contribuciones y retribuciones, y a la explotación pragmática: que es la explotación discursiva. Por lo cual se legitiman formas de movilización al servicio del capitalismo. 

 

Es así como se hizo una comparación entre tres situaciones: a) el accidente del Rana Plaza en Bangladesh, en el sector textil, que pone de relieve el complejo juego de cadenas de subcontratación, pero también la responsabilidad individual de los gerentes o administradores, incluidos los locales; b) el caso de Uber en Bruselas, que revela la explotación en lugares inesperados y plantea el problema de las bases normativas de la regulación colectiva, donde hay normas que favorecen exclusivamente a unos y no democratizan el acceso a ciertos oficios o formas de sustento; y c) un caso en Colombia del acceso a la educación, donde muchos jóvenes pueden ingresar a una universidad vía crédito o matricula cero, pero no como un derecho generalizado que lo garantice el Estado ya que tienen que pasar exámenes de admisión donde entran a competir con otros. Esto yuxtapone varios conflictos sociales haciendo evidente el papel que ha jugado la violencia en la producción de injusticias.

Por último, concluyeron con una propuesta de tipología destinada a ampliar el concepto de explotación y adaptarlo a la geoeconomía del siglo XXI, donde ese mercantilismo que vive el individuo y la sociedad, no es más que el Estado en acción, como ente, crea esos accesos y esos obstáculos, permitiendo o facilitando el despojo y la explotación, pese a que la sociedad percibe que todo fuera obra exclusivamente de las elites, el aparato productivo y del sistema en sí mismo.