La Corte Suprema de Justicia no ha decidido si el atenuante también se podría aplicar en los casos de feminicidio, que contempla hasta 50 años de cárcel.
Aunque con la Ley 1761 –o Ley Rosa Elvira Cely– el atenuante de “ira e intenso dolor” no se ha aplicado, en los tribunales sí se mantiene la discusión cuando el abogado del victimario apela a esta justificación.
Según lo anterior, la jurista considera que el atenuante no se debería aplicar en estos casos, porque “cuando una persona mata a otra amparado bajo un sentimiento de ira o de dolor, responde a un acto injustificado de manera repentina, en la que difícilmente podríamos decir que la causa es un acto de discriminación de género, como sí ocurre con los feminicidios”.
No obstante, agrega que “el concepto de feminicidio en el ámbito jurídico origina varias dificultades, entre ellas el de entender qué es ser mujer y comprender que solo es un rol asignado histórica y culturalmente. Entonces el feminicidio ocurre cuando una mujer se sale de ese rol, que es el de mamá, esposa y cuidadora”.
Para la jurista, en Colombia los hombres que cometen un feminicidio justifican que su pareja no quiso tener relaciones sexuales, que no cumplió con su rol de ama de casa, que decidió terminar con la relación, o que le fue infiel.
En contraste, en algunos casos en los que las mujeres matan a su pareja, lo hacen por defender a sus hijos ante un abuso sexual o por escapar a la violencia a la que era sometida, entre otras. No obstante, aclara que si bien algunas mujeres matan por celos, las cifras demuestran que no lo hacen en la misma proporción que los hombres.
Según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entre 2006 y 2016, se presentó en Colombia un promedio de 123 homicidios de mujeres a manos de su pareja o expareja (feminicidios), en relación con 27 homicidios de hombres a manos de su pareja o expareja en el mismo periodo.
En ese sentido la jurista advierte que el Estado debe aplicar leyes por igual a hombres y a mujeres para no perpetuar y seguir naturalizando un sistema patriarcal en el que se confina al sometimiento y criminaliza a las mujeres en el ejercicio de sus libertades. Así mismo debe aplicar políticas públicas para disminuir los casos de discriminación contra el género femenino y no esperar a que el derecho penal lo castigue.
(Por: fin/DGH/MLA/LOF)